• Los cinco tienen que trabajar | Dick, doce años, trabaja en el restaurante de su padre fregando platos, no tiene sueldo |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar | Niños en las ladrilleras |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar | Daniel, doce años, trabaja en la carpinteria de un vecino, no tiene sueldo |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar | Fernando, once años, vende periodicos desde las siete de la mañana a las tres de la tarde. Gana 4 dólares diarios |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar | Antonio, 11 años, limpia vidrios de tiendas y autos desde las 7 de la mañana a las 6 de la tarde, gana 4 euros |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar | Julián, 11 años, trabaja haciendo ladrillos 12 horas al día, gana 5 euros |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar | Adelina, 9 años, vende dulces 10 horas al día, al final de la jornada puede conseguir 5 euros de beneficios |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

  • Los cinco tienen que trabajar |
    Work in progress | Impresión láser | 100x130 cm. | 1/5 | 2018

MR | Los cinco tienen que trabajar

Fotos y textos: Colectivo MR (Marina García Burgos + Ricardo Ramón)
Curaduría: Juan José Santos Mateo
2017 - 2018
En el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, bajo el lema “Para que no quede nadie atrás”, (Objetivos de Desarrollo Sostenible, Objetivos 1/8/10)

Mientras en la literatura fantástica se permitía las mayores aberraciones incluidas la antropofagia (Caperucita, Hansel y Gretel), en literatura infantil realista el mundo pasaba sin apenas problemas, llenos de aventuras y con pocas preocupaciones. Los cinco eran unos niños de clase media que se metían en problemas, pero siempre lograban salir adelante.
Todos leímos en nuestra juventud sus aventuras, ajenos a la existencia de otros niños que su única aventura era ir todos los días a trabajar en condiciones infrahumanas, perdiendo su infancia, su educación y su alegría para siempre.

Colectivo MR ha trasladado las historias de Los Cinco a una realidad diferente, al mundo menos divertido del trabajo infantil. Así Julián podría ser el nombre de cualquier niño dedicado a la fabricación de ladrillos, Dick se podría llamar uno de los miles niños que lava platos en los restaurantes de muchos países del mundo y Ana podría ser el nombre de cualquier niña que ejerce la prostitución en Tailandia, o la prima Jorgina, alguna niña que trabaja de sol a sol en las faenas agrícolas o ganaderas.

En todos los países del mundo existe esa lacra en mayor o menor medida, al menos 2,5 millones de menores de 15 años trabajan bajo condiciones miserables en la ciudad y el campo mexicano. Es muy difícil determinar el número de niños que sufren de explotación infantil, pero la cifra en estos momentos rondara los 200 millones en todo el mundo. Los niños argentinos trabajan en la industria del mate, los de Ghana en la pesca, muchos niños africanos y asiáticos son reclutados en los ejércitos paramilitares y pueden llegar a matar entes de la adolescencia, en todos los países limpian zapatos, trabajan en la construcción, en la confección, en el servicio doméstico, vendiendo periódicos, en las labores agrícolas, muchos en la prostitución, la venta de drogas, el crimen organizado ...

Se han hecho grandes esfuerzos por reducir el trabajo infantil, pero todavía estamos muy lejos de conseguir su erradicación, por eso colectivoMR se ha planteado esta serie, para denunciar y para que no se olvide que millones de niños en todo el mundo han perdido definitivamente su infancia.

En esta serie, no aparece ningún niño, pero si esa imposibilidad de usar sus juguetes, los que los tengan, esa imposibilidad de vivir una infancia feliz, despreocupada, soñadora, aventurera, fantasiosa, ingenua…Estos niños trabajadores no son como Los Cinco son su antítesis, no tuvieron infancia, no tienen donde agarrarse en las desgracias de su vida adulta.

Sobre la serie
La serie la constituyen fotografías tomadas en los centros de trabajo de los niños, pero sin identificar país, raza, régimen político, etc, no queremos que haya escusas, no queremos que nadie diga es en África, en Oceanía, sintiéndose aliviados porque el problema está lejos, al contrario, el trabajo infantil, lo tenemos mucho mas cerca de lo que imaginamos, sólo hay que mirar alrededor. De los niños solo veremos los juguetes con los que no pueden jugar instalados en el espacio del trabajo, como elementos incoherentes de una infancia truncada.
Las clases están vacías, no hay tiempo para la educación, los parques infantiles solitarios…si alguna vez consiguen mejorar su situación, puede que ya sea tarde.